¿Cuándo usar brackets?
¿Qué son los brackets?
Los brackets son pequeños dispositivos que se adhieren a cada diente y se conectan con un arco metálico. Su función principal es aplicar presión constante y controlada para mover los dientes poco a poco hasta lograr una alineación adecuada.
Hoy en día existen diferentes tipos de brackets: metálicos, cerámicos, de zafiro, autoligados e incluso alineadores invisibles como Invisalign®. La elección depende de cada caso, las necesidades del paciente y la recomendación del especialista.
Señales que indican que puede necesitar brackets
No todas las personas requieren ortodoncia, pero hay ciertos problemas que los brackets pueden corregir de forma efectiva. Estos son los más comunes:
1. Dientes apiñados
Cuando los dientes no tienen suficiente espacio para colocarse de manera correcta, se superponen o giran. Esto no solo afecta la estética, sino también la limpieza dental, aumentando el riesgo de caries y enfermedades de encías.
2. Espacios entre los dientes (diastemas)
Los espacios grandes entre dientes pueden deberse a la pérdida temprana de piezas dentales, hábitos como chuparse el dedo en la infancia o simplemente a la genética. Los brackets ayudan a cerrar esos espacios para lograr una sonrisa uniforme.
3. Mordida cruzada
Se produce cuando los dientes superiores no encajan adecuadamente con los inferiores. Esto puede generar desgaste dental, dolor mandibular y problemas al morder o hablar.
4. Mordida abierta
Cuando los dientes superiores e inferiores no llegan a tocarse al cerrar la boca, dejando un espacio visible. Esta condición suele estar relacionada con hábitos infantiles (como chuparse el dedo) y puede dificultar la masticación.
5. Mordida profunda
Los dientes superiores cubren en exceso a los inferiores. Además de afectar la estética, este problema puede desgastar los dientes y causar molestias en las encías.
6. Dientes desalineados por accidentes o pérdida de piezas
Si una persona pierde un diente o sufre un accidente, los demás dientes tienden a moverse y ocupar el espacio vacío. Los brackets permiten corregir esa desalineación.
¿A qué edad se recomienda usar brackets?
Una de las preguntas más comunes es: ¿cuál es la edad ideal para usar brackets?
- Niños y adolescentes: Generalmente se recomienda iniciar el tratamiento entre los 11 y 14 años, cuando ya han salido la mayoría de los dientes permanentes. A esta edad, los huesos aún están en crecimiento, lo que facilita el movimiento dental.
- Adultos: No existe una edad límite para usar brackets. Cada vez más adultos deciden corregir su sonrisa, y gracias a la ortodoncia estética (como brackets de zafiro o alineadores transparentes) el tratamiento es más discreto.
Lo importante es acudir a un ortodoncista para recibir una evaluación personalizada.
Beneficios de usar brackets
Más allá de mejorar la sonrisa, los brackets ofrecen múltiples beneficios:
- Mejor higiene dental: unos dientes alineados se cepillan y se limpian con hilo dental con mayor facilidad.
- Corrección de problemas de mordida: mejora la masticación y la digestión.
- Prevención de problemas dentales futuros: dientes mal posicionados pueden desgastarse de forma irregular o fracturarse.
- Confianza y autoestima: una sonrisa alineada impacta de manera positiva en la vida personal y profesional.
- Salud bucal a largo plazo: disminuye el riesgo de enfermedades periodontales y dolores mandibulares.
¿Cuánto dura el tratamiento con brackets?
La duración depende de cada caso. En promedio:
- Tratamientos simples: 12 a 18 meses.
- Tratamientos más complejos: 2 a 3 años.
El éxito depende tanto del diagnóstico como del compromiso del paciente con las citas de control y los cuidados recomendados por el ortodoncista.
Cuidados al usar brackets
Si bien los brackets son muy efectivos, requieren de ciertos cuidados:
- Cepillarse los dientes después de cada comida.
- Usar hilo dental especial o cepillos interdentales.
- Evitar alimentos muy duros, pegajosos o azucarados que puedan dañar los brackets.
- Asistir a todas las citas de ajuste.